Ya no me enojo
ni siento pena por ti
siento un alivio inmenso
al ver que eres feliz.
Ya no me doy pena
de tanto quererte
tu querer imaginario
ya no lo quiero.
Ya no te imagino
abrazándome.
Ni susurrándome al oído
bellas palabras de amor.
Ya no se desliza esa
lágrima
que ardía mi mejilla por
falta de amor.
estoy sola si pero ya sin
imaginación
Salgo a la calle libre
dejo que el viento juegue
con mis cabellos
que lo alborote ya no
tengo miedo
Deje de imaginar tu amor
ya vivo la realidad, ya
no siento dolor
María José Robledo
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