English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified
miotip.comtraductor con banderas para el blog

miércoles, 29 de diciembre de 2021

 

Un pedazo de mi vida

 

 Niño de pan y agua

Niño de la pobreza del alma

Niño del no deseo

Niño del miedo

Niño del desamor.

 

Niño del desconsuelo

Niño sin desearte

Niño de la inocencia y la traición.

 

Niño engendrado sin entrañas

Por la ira sin honor.

 

Eres la ternura de mi vida

El que me alivia mi pena

El olvido del recuerdo

De una horrible violación.

 

El que alivia mis penas y rabia

El que al hacerme sentirme madre

Hace que sea la más afortunada

Pese a mi dolor.

 

Solo acurrucándote en mis brazos

Haces que me sienta mejor

Y alivias mi pena y rabia

olvidando mi dolor.

 

María José Robledo

martes, 28 de diciembre de 2021

 Quiero ser yo

 

Anclé mi corazón

en un puerto equivocado

donde no había marines,

solo tenía soldados.

Soldados del sentimiento,

soldados enamorados...

Eran almas solitarias

que solo querían mi mano

para que yo los guiara

al mundo de las estrellas.

A ese mundo donde brillan

y no existen tinieblas.

Se habían equivocado,

creían que yo era un ángel

que les salvaría su alma

antes de reencarnarse.

Pasé la noche llorando

al lado de mi dolor.

Yo era un alma perdida

que buscaba compasión.

Éramos ángeles de la noche,

que solo se nos ve en sueños.

Y seguiré vagando,

como soldado perdido,

en el mundo del amor.

¡Qué no quiero mas engaños

ni tampoco compasión!

Prefiero vagar a oscuras

que engañar a mi dolor.

Ya he sufrido bastante

engañada por los ángeles.

Ahora, quiero ser yo.

María José Robledo

 

 

 

NO ES EL DESTINO!!

 

Poco a poco voy viendo la luz

a esta  horrible niebla

que ha cegado mis ojos.

 

No acaba la vida,

sino que  seguimos la misma

pero con pasos diferentes.

 

Vuelvo al  principio,

a mis citas semanales,

esperando ese día que no llega.

 

Pero desesperada voy al lugar citado,

como cuando éramos novios,

por fin veo llegar a mi príncipe azul

el amor de mi vida.

 

Y sentados al sol cogidos de la mano

comprendo que no lo hemos elegido

ninguno de los dos,

el seguir amándonos hasta el final.

 

Hoy he recuperado las fuerzas por los dos.

Me siento feliz comprendo mi vida,

comprendo su vida.

 

No culpo al destino

culpo el haber dejado

de valorar los días de vida´

 

Haber vivido en el desespero,

en la angustia

y en la oscuridad más profunda.

 

Seguiré con alegría

esperando mi cita,

no volveré al pasado.

 

Quiero valorar y vivir

cada segundo de mi cita.

 

No estamos triste solo es una nueva vida.

Maria José Robledo

 

 

No me dejes.

 

 

No me dejes nunca amor mío

sin ti no entiendo la vida,

si no estás al lado mío.

 

Nos hemos regalado

los mejores años de nuestras vidas.

No me dejes jamás, de amar

por que yo necesito tus caricias.

 

Seré tu musa

seré lo que tu quieras

pero no dejes que se nos esfume tanta belleza.

 

No me dejes mi amor, sola no soy nada,

si soy alguien, es porque tú eres mi alma

 

me cuesta respirar si no te tengo

no me dejes mi amor que no entiendo

el porque de tu ausencia y lo estoy temiendo.

 

Me siento débil casi sin fuerzas

te quiero tanto que es imposible

dejar de amarte con tanta fuerza

que me da tu ternura desde la ausencia.

 

Nunca dejaremos de querernos

Y no es una promesa

solo es nuestro amor que lo forjamos

con tanta fuerza con esa llama

que no se apaga ni con la ausencia.

 

Maria José Robledo

 

 

 

Comencemos a vivir.

 

Dejo la puerta de mi alcoba abierta,

entra descalzo de puntillas

no hagas ruido, no sea que duerma

no me despiertes.

por si es un sueño

y no tu presencia.

 

Bésame suave de punta a punta,

de los pies a la cabeza

arrúllame en tus brazos

que sienta los latidos de tu corazón,

que nos quememos juntos

en la llama ardiente de nuestro amor.

 

Dejo la puerta abierta

te están esperando

mi alma,  mi vida mi amor.

 

Pero al despertar estas a mi lado

abrazado a mi cuerpo

se acabó el soñar.

tomaremos el café ni frío ni caliente.

Mirando el mar forjaremos este amor

que empezó de una amistad.

 

María José Robledo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CARTAS DE AMOR.

 

No pisaré tu acera

ni miraré a tu ventana

no temas nadie sabrá

las mentiras que contabas.

 

 

Me acostumbraré a no verte

no pasare por tu casa

me envolveré en mi abrigo,

que en  los bolsillos guardaba

aquellas cartas de amor

que en las manos me entregabas.

 

Y en la soledad de mi alcoba

muy despacio las leía

se humedecían con las lagrimas

que de los ojos  caían.

 

Cada carta que acababa

yo con besos las rompía.

 

Solo me quedan recuerdos

de tantas y tantas mentiras.

Que en la soledad de mí alcoba

casi yo me las creía.

 

María José Robledo

 

 

 

Anocheciendo

 

Un día me tomaste  de la mano

con temor a equivocarte.

 

En ese mismo momento se unieron

nuestros  corazones.

 

Compartiendo sentimientos

compartiendo ilusiones.

 

No me tomes de la mano

cuando nos encontremos,

 

rodéame con tus brazos.

Como tu y yo sabemos,

dime palabras de amor

de esas de enamorado

que mi corazón las sienta,

y sabrás cuanto te amo.

 

Veremos anochecer

muy juntos, abrazados

y descalzos sobre la arena

de este mar Mediterráneo.

La luna y las estrellas

serán testigos

de lo mucho que nos amamos.

 

Maria José Robledo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Te extraño

 

 

Que extraño no tenerte,

pero mas extraño es ignorarte.

 

La vida perturba mi mente,

enredando mis pensamientos.

 

Las arterias de mi corazón

Se vuelven débiles quebradizas sin ti.

 

 

Mis pies quedan clavados en el suelo

no saben donde ir.

 

Se detiene mi pasado,

no avanza el presente,

y es incierto el futuro.

 

Vivo en aguas turbulentas,

no puedo ver la profundidad de mi alma.

 

María José Robledo

 

 

DESDE LA CUNA LA QUIERO

 

Desde la cuna la quiero,

la quiero porque  mis ojos

fueron a la primera persona que vieron,

la primera imagen que se archivó en mi mente,

y la que nunca borraré.

 

La quiero desde la cuna

porque sólo con mirarla, ella alivia mi dolor,

de chiquita me llevaba de la mano,

me acurrucaba entre sus brazos

colmándome con su amor.

 

Las entrañas le dolían

queriendo darme lo mejor,

no le importaba, no tener

días, mañanas ni noches para ella.

 

La quiero desde la cuna

no me quiten la razón,

que madre no hay más que una

con un solo corazón

 

Yo la he escuchado,

llorar mil veces de alegría y de  dolor,

ahora que no la tengo

quisiera retroceder,

volver a oír sus risas,

sus cantos y sus nanas para dormirme,

acurrucarme en sus brazos

hasta yo sentirme libre.

 

La quiero desde la cuna porque fue quien me parió,

madre no hay más que una con un solo corazón.

 

María José Robledo

Deje la tierra que me vió nacer

 

Salí de mi tierra un día,

Buscando la libertad

Sin pensar que mi trabajo

Era luchar y luchar.

 

Luché por un buen  trabajo

Luché para ganarme el pan

Luché contra la injusticia

Luché, luché y luché.

 

Pero aun no he ganado

seguimos estando igual

tan solo un poco mas viejo

pero luchando igual.

 

 acordándome de mi calle

de que jugaba en el portal

oyendo decir a mi madre

toma un cacho de pan

untado de  aceite y azúcar

y sentarme en el portal .

.

 

Que feliz era entonces

Sin pensar que hay que luchar

Un día luchas por ti

Y otro por los demás.

 

Y ahora me he dado cuenta

que mi lucha era poder regresar

a esa tierra que me vio nacer

y me dio mi primer pan

 

que sin querer abandoné

engañado por los demás.

 

María José Robledo

 

Te extraño

 

Que extraño no tenerte,

pero mas extraño es ignorarte.

 

La vida perturba mi mente,

enredando mis pensamientos.

 

Las arterias de mi corazón

Se vuelven débiles quebradizas sin ti.

 

 

Mis pies quedan clavados en el suelo

no saben donde ir.

 

Se detiene mi pasado,

no avanza el presente,

y es incierto el futuro.

 

Vivo en aguas turbulentas,

no puedo ver la profundidad de mi alma.

 

María José Robledo

 

 

 

 

 

 

 

Una pequeña historia


La maleta


Me siento en la estación esperando el tren a ninguna parte, con mi maleta, una maleta que la tenía en el desván con los trastos viejos, pero llena de recuerdos.
La estación estaba llena de gente yo las observaba y  pensaba ¿adónde irán, a que lugar se dirigen?. Sentía curiosidad, todos tenían una expresión diferente, unos estaban contentos, otros pensativos, algunos sonreían solos
 y a otros la tristeza se les reflejaba en la cara y en el cuerpo. Al mirarlos sentía tanta tristeza como ellos, pensaba ¿Qué les pasará, que problemas tendrán para trasmitir tanto dolor?.
En el momento de levantarme para subir al tren, al coger la maleta se me abre y de repente levanto la vista y veo que una de esas personas, a las yo  estaba observando, viene a ayudarme a coger la maleta.

 Le digo:  muchas gracias.
Con cara de sorprendida me dice, señora la maleta esta vacía.

Le contesto en realidad pesa mucho, esta llena de recuerdos.

Me contesta: yo la sigo viendo vacía

Pero la curiosidad la envuelve, quiere averiguar por que viajo con una maleta vacía:

Subí al tren, y esa chica se subió conmigo.
En el vagón en el que pude tomar asiento, solo había tres personas sentadas,
la chica que me ayudo con la maleta se sentó a mi lado.
Yo tomé un libro y lo comencé a leer por el punto que lo había dejado.
Pero la curiosidad de aquella chica no la dejaba,
 me miraba y me miraba.
No se aguantó más y me preguntó

¿Cómo dice usted que esa maleta pesa tanto, si está vacía?
Ya te he dicho que está llena de recuerdos.

Pero los recuerdos no pesan.

Le contesto:
Cuando los has olvidado y de pronto ves algo que te hace pensar,
en mi caso esta maleta.

Pero los recuerdos no se ven.

Yo los veo.
Cierro los ojos y recuerdo cada segundo desde el instante que mi padre entró por la puerta con la maleta.
Yo era muy pequeña,
me tomó en brazos abrazándome y comiéndome a besos pero yo lo que quería era que abriera la maleta y me diera algún regalo.
Le pregunto: ¿Me has traído un regalo? abre la maleta papá.
El la pone encima de una silla y me dice, ábrela tu cariño.
Cuando la abro lo miro y le digo con cara de enfado, está vacía papá.
Me dice no mi niña esta llena de recuerdo y la traigo conmigo para no olvidarme de ellos y podértelos contar.

La chica me pregunta
¿Los recuerdos son de su padre?,
le contesto: y los míos, por eso pesan tanto y no los quiero dejar.

Mi padre me contó, mirando  aquella maleta lo feliz que se sentía cuando estaba trabajando en las minas de carbón tragando aquel gas que quemaba los pulmones, dejándolos negros pero era feliz,
 al acabar la jornada, llegaba a la pensión miraba la maleta, pensando que todo era por mi, para que no me faltara de nada en la vida. Por eso era feliz,
en la maleta no guardaba ropa, ni zapatos, ni camisas.
Se vino con lo puesto.
Solo se trajo recuerdos.
Y yo los guardo también.
Guardo los momentos que lo echaba de menos para contarle mi primera pelea con los amigos, o cuando me castigaban en clase,
y cuando corriendo, me caí y me dieron puntos en la rodilla y él no estaba para contárselo y que  me pudiera consolar.

Guardo sueños soñados que nunca se cumplieron.

Ya he llegado a mi destino le dije.
Pero ella se baja conmigo y me sigue, la miro y pregunto
¿Y tú adónde vas?
Me contesta, a ninguna parte

¿No tienes casa,
no tienes donde ir?
No, me contesta y  sigue sin quitarle ojo a la maleta.
Dejo que me siga, por fin llego al hotel que tenía reservado en el pueblo donde había trabajado mi padre en las minas.
La invito a subir.
Era una chica cualquiera que estaba en la estación vestida de tristeza y que fue la primera y la única persona que me ayudó a levantar la maleta del suelo.
Cuando ya estamos en la habitación del hotel me dice: cuénteme más de lo que contiene la maleta.
La miro y continúo contándole los recuerdos:
Tengo mas recuerdos, si.

Desde aquel día en que llegó mi padre, dedico cada hora, y cada segundo, en recuperar todo el cariño que guardó en la maleta para mi.
El me cuidaba y procuró recuperar mi cariño para que no le guardara ni un minuto de rencor, lo consiguió fue la persona más maravillosa que he conocido y me siento orgullosa de ser su hija.
Todo esto guardo en mi maleta, el cariño que me tenía y los momentos que lo echaba de menos para, que yo no cometiera el mismo error si algún día  tengo hijos.

¿Ves como no estaá vacía?

Esa chica tan triste, que yo creía que necesitaba cariño me dice:
Yo tenía una maleta en mi casa, con ella he viajado a muchos lugares,
 la tengo llena de pegatinas para recordar los sitios que he visitado.
Pero me olvidé de tanto cariño que he recibido de todos los que me quieren.
He marchado de casa buscando algo mejor y lo mejor que me ha pasado es haberla conocido en esa estación.
Volveré a casa con mis padres, los que solo viven por mi,
 y yo solo pensaba viajar para llenar de pegatinas mi maleta, sin darme cuenta del sacrificio y el cariño que ellos estaban haciendo por mi para que fuera feliz.
Cuando llegue a casa quitaré todas las pegatinas y solo guardaré los recuerdos.
Y entre tantos recuerdos, guardaré los suyos para no olvidarlos.

Tendré mi maleta llena de recuerdos de cariño y sentimientos.
No de pegatinas.

María José Robledo

 

 

 

Aquellas pequeñas cosas.

 

Solo una canción

puede trasformar la vida unos minutos

y podemos bailar con los pies descalzos,

 

olvidar el peso de la desesperación,

de un alma desgarrada.

 

Por un segundo nos perdimos

en tiempos pasados de nuestra juventud,

donde los sueños eran interminables.

 

Solo con una canción

conseguimos mover los pies

al compás y sin tropezar ni un segundo.

 

Es como soñar un sueños ya soñado.

Solo una canción.

Aquellas pequeñas cosas,

pueden transformar y mover los pies

en el suelo y no tropezar.

 

Maria José Robledo

 

Perdón por amarte

 

Te pido perdón

por amarte tanto.

Mi corazón y mi mente

no comprenden tanto amor.

 

Es un amor enfermizo, o quizás es obsesión.

Yo solo se que no vivo sino consigo tu amor.

 

Me he perdido en el tiempo

estancada ante una puerta

a la que no me atrevo abrir.

 

No se si estarás tras ella,

no quiero volver a huir.

Te pido perdón por tanto amarte.

Déjame vivir así

esperando un nuevo día

y volver a ser feliz.

 

Sino, viviré de recuerdos,

siempre unida a ti.

 

Perdóname por quererte,

déjame pensar en ti,

que los recuerdos alimenten.

 

Perdiendo la realidad,

podría volverme loca,

rodeada de felicidad.

 

No quiero vivir sin ti,

sin poderte ayudar.

 

María José Robledo

 

 

 

Mi árbol de navidad.

 

Este año en mi árbol de Navidad,

no habrán guirnaldas,

ni ninguna clase de adornos.

Mi árbol de Navidad

será mi alma, mi biografía.

 

Lo adornaré

con todos los recuerdos

más maravillosos de mi vida.

Mientras lo voy adornando

iré dejando en el olvido

las tristezas

y los malos momentos

que me dañaron   

e hirieron  mi corazón.

 

Será el árbol

más hermoso

y con más vida

que he podido adornar,

con ilusión.

 

No llamará la atención

pero lo recordaré toda la vida.

Es con el único árbol

que al adornarlo,

me he vestido de Navidad.

 

María José Robledo

 

 

 

 

 

 

 

Luces de luciérnagas

 

Puedes vestirme con copos de nieve

y envolverme con luces de luciérnagas.

Puedes nublar mis ojos

con un manto lleno de estrellas,

 

pero mi alma siempre estará intacta,

no la podrás atravesar

ni con la lanza de la esperanza.

 

Está tan herida que han dañado su coraza

y ahora la protejo con estrellas

y con  luceros del alba.

 

Podrá parecer muy frágil

¡pero es fuerte!

Ahora nadie me engaña.

 

María José Robledo

 

No se debe decir, ¡se lo diré a papa!

 

No quiero ser el malo,

 

no, por estar fuera de casa

 hasta el anochecer,

para ganar unas horas extras

y daros una vida mejor,

consentiros unos caprichitos.

 

No quiero ser yo el malo.

Me encanta y me vuelvo loco

cuando mis niños se cuelgan de mi cuello

y todos quieren hablar a la vez.

¡Que feliz soy con tantos besos y tantos abrazos!

 

No, no quiero ser el malo, no me hagas regañarlos.

Déjame tirarme por el suelo con ellos,

 aunque llegue cansado del trabajo.

 

¡Tengo tanto amor, tanto cariño acumulado, de todo el día pensar en ellos!

que solo de pensarlo me duelen los brazos de no abrazarlos.

 

Si, soy un hombre pero con sentimientos

de ser el mejor papa y enseñarles

 lo más hermoso de la vida.

El respeto y el amor a los demás.

 

Y ahora ven que te quiero abrazar,

ahora, que están dormidos.

Podemos agradecer a Dios por tanta felicidad.

Soy hombre pero débil para amar.

¡Te quiero tanto,

no me los hagas regañar!

 

Dejemos que vuele su imaginación,

que sean felices

y miremos las estrellas viéndolas brillar

 

María José Robledo

 

Mi papelera!

 

Siéntate a mi lado y

escucha mis palabras.

Quizás no las comprendas,

quizás están enredadas.

 

Pero intentaré deshacer  

palabra por palabra,

las volveré a ligar

por si algunas me faltaran.

 

Que el verso que yo te escribo

solo es parte de mi alma

y cuando voy a escribirlo

se me traban las palabras.

 

Solo están en mi pensamiento

y no puedo descifrarlas.

 

Tengo la papelera,

llena de hojas arrugadas,

todas llenas de borrones

sin juntar ni una palabra.

 

¡Si solo quiero decir

que te quiero con mi alma!

 

María José Robledo

 

 

 

 

Mi caja de hojalata

 

 

Al abrir mi caja de hojalata, solo encontré

piedricitas que guardaba en mi niñez.

No recordaba porque,

pero las he guardado como si fueran un tesoro.

 

Al abrirla creía que encontraría más cosas,

no se, una muñeca, un diario,

pero no, solo contenía piedrecitas pequeñas.

 

Pero cada piedra tiene recuerdos.

La más pequeña era para que nunca olvidara mi niñez

y las demás, conforme los voy mirando,

¡Me vienen tantos recuerdos,

tantas añoranzas, tantas vivencias,

que recuerdo los instantes de mi felicidad,

de mis primeras lagrimas, mi primer amor.

 

Guardé grandes  recuerdos

sin contener nada mas que piedrecitas,

por eso lo guardé como un gran tesoro.

Era el tesoro de la vida.

 

Esperando el momento y la necesidad

de abrirla y descubrir parte de mi vida.

Con tan solo unas cuantas piedrecitas.

 

María José Robledo

 

"La tierra sufre"

 

¿No veis como la tierra truena?

esta herida, sangra

por el costado de La Palma.

Siente dolor por todo lo que sellaba por el camino,

casas, anímales, árboles.

Sus lágrimas son perlas

que se convierten en piedras

Sangrs y sangra.

 

El mar también esta avisando

pero no se le hace caso.

Nos avisa enviando sus peces

muertos por sus orillas, por falta de oxígeno.

No quiere destruir la tierra

pero llegara el día no muy lejano,

que se desbordará por que no podrá aguantar más.

Se sigue pensando que se podrá hacer en lugar de actuar.

Yo me pregunto,

pero no tengo respuesta y la que tengo no os gustaría a mucho.

Pero, ¿podéis  decir que pensáis?

 

María José Robledo

 

 

En primera línea de fuego de la vida!!

 

Hemos luchado  en la primara línea del frente

Pero la vida,

ha superado a nuestro ejercito.

 

Mi rey, mi guerrero, mi defensor, ha caído herido.

 

Es una herida profunda, sin salvación

Él sufre su derrota, se inventa batallas reales.

Y yo vivo en ellas.

 

No puedo salvarle y muero de pena.

Se necesita más guerreros

que estén en primara línea,

no en la retaguardia, pensando.

 

Se necesitan investigadores

que estudien esta horrible enfermedad.

 

No dejar a su albedrío a las personas que la sufren.

Por ser degenerativa,

se necesita cuidadores con paciencia y corazón.

 

Yo vivo con mi guerrero luchador,

y no puedo salvarlo.

Atrofia multi sistémica degenerativa,

Parkinson.

María José Robledo

 

 

EL HILO DE LA FELICIDAD.

 

Quisiera volver ha columpiarme

aun que solo sea de un hilo de la felicidad,

Quiero ver la felicidad!

Por que yo ya la he visto a través de mi corazo.

 

La felicidad se puede sentir,

verla en uno mismo es mas difícil.

Siempre decimos, soy feliz o quiero ser feliz.

 

Yo la he visto, la he tenido colgada de un hilo.

Pero un día se quebró

Y no pude sujetarme y caí el vació.

 

María José Robledo.

 

 

 

 

 

 

 Cuando se acabe el amor

 

Cuando nos dejemos de querer

tu o yo, nos quedarán los momentos vividos

del principio de un gran amor.

Esas mariposas que se apoderaban

de nuestros corazones

haciéndonos  vibrar y volar al infinito.

 

Cuando nos dejemos de querer,

seremos amantes de un  pasado

y grandes amigos en el presente.

 

Quizás quedemos  algún día,

pasearemos por los mismos sitios

en que hicimos el amor,

 

miraremos las estrellas y la luna

no, con la misma mirada,

pero brillarán igual.

 

Ya no estaremos embobados

 ni abrazados como dos locos enamorados.

Ahora solo somos amigos y amantes de un pasado.

 

María José Robledo

lunes, 24 de agosto de 2020

NAVEGARÉ

 

Navegaré a contra corriente,

me enfrentaré a tempestades,

huracanes,

pero siempre estaremos juntos.

 

Seremos comos los rayos

que siempre van acompañado de los truenos,

nuestras vidas están compuestas de alegrías

y de momentos inolvidables juntos.

 

Pero también de  planes y proyectos

que nunca podremos realizar.

 

Soy como un árbol en el desierto

con cuatro ramas dando sombra,

dando sombra que cobija los escorpiones.

 

Soy la tormenta de arena

arrasando todo ser viviente

sin conseguir atraer las lluvias.

 

construir un océano en pleno desierto

se que es imposible

pero seguiré navegando

a contra corriente.

 

María José Robledo.

sábado, 22 de agosto de 2020

La luz divina

 

 

 Las luces se encuentran en todas partes

y en cada lugar que miremos,

pero las sabemos ver?

 

 Quizás las podamos ver mejor

al anochecer

o cuando el  lugar es muy oscuro.

 

Vemos un punto de luz,

intentamos averiguar de donde procede

sentimos necesidad y curiosidad

de saber si es una estrella, si es la luna

o simplemente una bombilla que refleja esa luz.

 

Sin averiguar que hay otra luz

que se encuentra en el interior de las personas

brillando más que el sol y las estrellas.

 

Descubre tu propia luz en la oscuridad

y podrás descubrir la luz de los demás.

 

María José Robledo

Brillar

 

 


Desde mi ventana puedo ver la luz del día,

pero si a mi alma le invade la triste

por mucho sol que hiciera vería el día borrascoso.

 

Antes de abrir la ventana abre tu alma

y tu corazón, mírate al espejo

no trates de poner nubes a tu vida

todos somos luz no te oscurezcas

antes los problemas

 

Tu eres la estrella  Sirius nunca dejaras de brillar.

 

María José Robledo

 

 

 

 

 

viernes, 10 de julio de 2020

TODO ES POSIBLE.


Pasearemos juntos cogidos de la mano.
Haremos magia, convertiremos
en estrellas, las gotas de lluvia
que caen del cielo.

Seremos Fred Astaire y Ginger Rogers
bailaremos bajo la lluvia y haremos el amor.
Todo es posible cuando se esta enamorado.

Caminaremos descalzos
sobre la hierba mojada sin temor a nada,
nos revolcaremos con el destino
seremos tan felices, que
pensaremos que es otro de nuestros sueños.   

Pero al amanecer y despertarnos
en el mismo lecho abrazados
el uno al otro, descubriremos
que es real que no estamos soñando.

Volveremos a hacer el amor,
con la misma pasión que dos adolescentes.
no dejaremos esta magia que nos unió a los dos.

Seremos magos en el amor.

María José Robledo

SIN SENTIDO




Te quiero en mi mundo pequeño,
te quiero en el universo del amor,
necesito tus te quiero, tus caricias, tu amor

Te necesito como el aire que respiro,
como una loca por falta de cariño.
Mi corazón ya no late
solo es una maquina que hace ruido.

Camino sin saber mi destino,
no me importa donde me llevan los pies
creo que camino de espaldas
no consigo ver la realidad.

Necesito tu hombro para recostarme en el.
dormirme placidamente.
sentir esa calma, ese sosiego que tu me das.

Podemos parecer distantes
con los días, con los años,
pero el cordón umbilical que nos une,
nadie  ni con un cuchillo candente
nos lo podrá cortar.



María José Robledo