COMO UN BUITRE

Que no verían mis ojos,
que mi corazón me advirtió
pero no le hice caso y a la ruina me llevó.

Era mi príncipe azul
era mi capricho de amor.
Eran ilusiones olvidadas,
que ese hombre me brindó.

Como una niña embobada,
en sus brazos me rendí.
Con mi corazón latiente 
llena de ilusiones me sentí
me fui entregando
a ese hombre
sin miedo y sin temores.


Mí corazón en segundos
lo sentí envejecer
cuando te vio  partir.

Como lo hacen los buitres
cuando no quieren mas presa
la dejan abandonada,
en cualquier lugar de la sequía.

Que no verían mis ojos
que mi corazón me advirtió
pero no le hice caso y a la ruina me llevó.

María José Robledo