¿Recuerdas cuando te dije:
Te amaré hasta la muerte?
Aquel día no pensaba
que yo lucharía en el frente,
Que serías mi enemigo
al que le juré amor;
al que le daría la vida y pediría perdón.
Me anulaste por completo
Heriste mi corazón
Los golpes no me importaban,
solo quería tu amor.
Qué será lo que Dios concede.
Qué don, para amarte así.
Qué venda pone en los ojos
para dejarnos sufrir.
No he ganado la batalla
y me siento derrotada.
No quieres dejarme sola
Y aunque tú ya no me amas,
Quieres seguir maltratándome,
viendo que mi vida acaba,
muriéndome en el silencio
como si fuera tu esclava.
Maria José Robledo
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