DESDE LA CUNA LA QUIERO
Desde la cuna la quiero,
la quiero porque mis ojos
fueron a la primera persona que vieron,
la primera imagen que se archivó en mi mente,
y la que nunca borraré.
La quiero desde la cuna
porque sólo con mirarla, ella alivia mi dolor,
de chiquita me llevaba de la mano,
me acurrucaba entre sus brazos
colmándome con su amor.
Las entrañas le dolían
queriendo darme lo mejor,
no le importaba, no tener
días, mañanas ni noches para ella.
La quiero desde la cuna
no me quiten la razón,
que madre no hay más que una
con un solo corazón
Yo la he escuchado,
llorar mil veces de alegría y de dolor,
ahora que no la tengo
quisiera retroceder,
volver a oír sus risas,
sus cantos y sus nanas para dormirme,
acurrucarme en sus brazos
hasta yo sentirme libre.
La quiero desde la cuna porque fue quien me parió,
madre no hay más que una con un solo corazón.
María José Robledo
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